Hoy, en el Día Mundial contra el Trabajo Infantil, recordamos una cifra alarmante: más de 160 millones de niños en el mundo son víctimas de explotación laboral.

Como consumidores, tenemos un poder inmenso: el de poner fin a la explotación infantil y la precariedad laboral. Nuestras decisiones de compra pueden frenar el abuso que se esconde tras la deslocalización de la producción y el modelo económico actual.

El marketing social no solo denuncia estas realidades, también impulsa el consumo sostenible y consciente. Cambiar nuestros hábitos es urgente: no debería ser “fashion” llevar una marca manchada de sangre, ni “trendy” mirar hacia otro lado frente a la explotación humana.

💡 Cuando cambiamos nuestros valores, las marcas también cambian. Solo así podremos vender y consumir sin explotar personas ni agotar los recursos del planeta.

Tu papel importa

Vivimos tiempos de transformación, y tu implicación es clave.
Infórmate, cuestiona, elige con conciencia. El conocimiento es libre y está al alcance de todos: investiga de dónde vienen los productos que consumes, qué impacto tienen y qué empresas los fabrican.

El camino hacia la sostenibilidad pasa por:

• Consumo responsable. Educar en una sociedad de consumo

• Economía circular

• Energías renovables

• Rechazo a los transgénicos y al maltrato animal

• Oposición a acuerdos comerciales que favorecen la explotación (como el TTIP)

¿Qué es la economía circular?

Es la alternativa al modelo lineal de usar y tirar que alimenta un capitalismo voraz y está agotando los recursos naturales. Este sistema no solo destruye el planeta: también genera desigualdad y miseria.

La economía circular propone:

• Respetar las 4R: reducir, reutilizar, reciclar, reparar

• Apostar por la segunda mano y la reparación frente a la obsolescencia programada

• Utilizar transporte público, bicicleta o vehículos eléctricos

• Elegir la economía colaborativa y los productos locales

Solo así saldremos de la destructiva economía lineal.

Slow Fashion: la moda sostenible

La slow fashion es mucho más que ropa: es un movimiento que apuesta por prendas duraderas, producción ética y materiales responsables. Vestir con conciencia es un acto de coherencia y resistencia.

Actualizado: Vida slow