De donde vienen las cosas es un vídeo didáctico que nos explica de forma simple y clara la economía basada en el consumo.
Muchos antes que comenzara la crisis del 2008, solía utilizar este vídeo en los cursos de formación en sensibilización medioambiental que dictaba para trabajadores en activo, pero estábamos en tiempos de bonanzas y nadie tenía interés en cambiar su mirada frente al consumo.
La crisis nos ha enseñado a ser más austeros, a entender que se puede y se debe ser austeros, principalmente debemos aprender a ser consumidores responsables y para ello volvemos a la misma premisa que planteo a lo largo de este blog: la educación como clave.
Antes de que comenzara la crisis tener lo más grande y lo más nuevo era fundamental para demostrar que alcanzamos el éxito, la imagen estaba por delante de la felicidad. En la actualidad está de moda la austeridad y se agradece que se vea como algo hortera y de poca clase la ostentación de objetos para presumir una condición social que no se tiene.
La moda, las tendencias también ayudan, la tribu del siglo XXI son claro ejemplo de ello, consumen cultura alternativa, miran al mundo con ojos progresistas, han cambiado su medio de transporte por una bici (movilidad sostenible). Se ha desarrollado en los últimos años un interés por la naturaleza y la ecología. Por la economía colaborativa, la ropa de segunda mano o «vintage», por la alimentación natural, por una vida más sostenible con el medio ambiente, respetuosa. La sociedad comienza a exigir energías alternativas, se decantan por lo renovable, reutilizable. Los jóvenes no aspiran a una vida segura, sino a vivir sin ataduras. Cada día son más los jóvenes que deciden viajar y tal vez volver a casa con más bagaje y experiencia para aportar otra visión a nuestra sociedad, para enriquecerla, diversificarla.
¿Moda pasajera o conciencia ecológica?
Sinceramente solo me importan los resultados, apuesto por una sociedad mejor y si se necesita de la Industria de la moda para tomar conciencia, bienvenida sean los que apuesta por cambiar viejos esquemas que nos llevan al ecocidio.
Sinceramente me alegra que se vea al cazador por deporte como a un asesino, a la mujer que apuesta por la peletería como a una descerebrada sin sensibilidad, al torero como a un torturador.
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Un desafío
Aún nos queda un gran desafío: haber aprendido de esta crisis, dejemos de comprar moda confeccionada a base de explotación humana (fast fashion). Que la falta de empleo nos lleve a exigir que se acabe la deslocalización y se apueste por la glocalización, debemos volver al comercio local y este deberá también adaptarse al cambio y ser más competitivo. Exigir al gobierno ayudas al emprendedor, autónomo, para el fomento del autoempleo y la economía social y circular. Acabar con la obsolescencia programada. Caminar hacia la sostenibilidad antes del colapso irreversible y al punto de no retorno.
No es utopía, utopía es intentar sostener un sistema caduco.
