Redes de la vanidad vs. redes con propósito: una reflexión desde la trinchera digital en nuestra entrada de hoy,  en categoría trabajadores digitales de Vaquera del espacio.

Introducción: ¿Vale la pena jugar un juego que no te representa?

Llevo más de una década trabajando, día tras día, como creadora de contenido digital. He visto nacer y desaparecer plataformas, seguir modas, adaptar herramientas, probar fórmulas. He usado CTA, creatividad, pensamiento lateral y todo lo que los gurús del marketing recomiendan.
Y, sin embargo, llega un punto en el que, aunque lo hagas todo “bien”, las redes —especialmente Instagram— se estancan.

📍 El dilema real:

¿Creamos para conectar… o para alimentar el ego digital?

Instagram es velocidad, competencia, impacto visual. Y aunque la audiencia crezca, crear comunidad real cuesta. No tiene las herramientas de Facebook para nutrir vínculos. A veces parece que corremos una carrera donde ya no existe la línea de meta.

⚠️ El espejismo de lo viral:

Hoy, las redes están saturadas de likes que no venden, de seguidores fantasmas, bots y de promesas vacías. Abundan los falsos gurús, las técnicas agresivas, los cantos de sirena que convencen a creadores y marcas de que hacerse viral es sinónimo de éxito.
Y muchos abandonan sus proyectos, tiran la toalla, o cambian de agencia a cada rato… cuando no llegan los resultados esperados, sin entender que el problema no está en ellos… sino en los espejismos que les vendieron.

Pero casi nadie habla de lo importante:
📉 Las verdaderas debilidades del negocio.
🧱 La construcción paciente y con sentido.
🎯 Los resultados sostenibles que no dependen del algoritmo.

Se ha romantizado el brillo momentáneo. La exposición vacía. Como si talento, consistencia y autenticidad no importaran si no traen miles de vistas.

✔️ Reconoce tus aciertos y tus debilidades.
Solo desde ahí tiene sentido exigir —o autoexigirte— con honestidad y propósito.

  • Hay que reconocerlo: no todos nacimos con el talento innato para destacar.
    Admiro a creadores que se viralizan por mérito propio, sin enchufes ni fórmulas mágicas. Simplemente, talento. ¿Tú lo tienes? ¿Tu producto o servicio es realmente diferencial, tan rompedor como para destacar por sí solo?  Y si no es así, tampoco pasa nada.
  • No todos queremos —o podemos— hacer grandes inversiones para brillar. Y aquí entra otro punto incómodo: hay quienes invierten poco, pero esperan resultados dignos del departamento de marketing de El Corte Inglés. No es realista… ni justo con el propio proceso.

A veces, el verdadero éxito no está en ser el más visible, sino en tener un modelo de negocio que funcione. Que sea coherente, sostenible, rentable… aunque no atraiga todos los focos.

Redes de la vanidad vs. redes con propósito

🧭 Volver al propósito:
Me han dicho que mi honestidad es un valor añadido. Y aunque a veces siento que me estoy quedando fuera del juego… sé que no quiero jugarlo.
Porque el verdadero secreto de las redes no está en la cantidad, sino en los resultados que transforman.
Porque hablar complicado, usar plantillas incomprensibles y llenar de humo al cliente no es estrategia: es confusión disfrazada.

💡 Y aquí entra un concepto clave:
La autoridad online no se mide en seguidores, sino en confianza. No se construye con viralidad vacía, sino con coherencia, autenticidad y valor real. Porque cuando alguien confía en ti, vuelve. Y eso vale más que mil likes.

🌿 Mi forma de estar en redes:

  • Yo ya no estoy hecha para algoritmos. Estoy hecha para personas.
  • Voy más lento. No sigo tendencias, sigo intuiciones
  • No uso filtros. No tengo una agencia detrás.
  • Solo tengo un móvil y algo que la IA aún no puede reemplazar: una mirada propia.
  • En este mar digital, yo elijo ser isla con raíces.
  • Elijo enseñar, no impresionar.
  • Conectar, no encandilar.
  • Crear con propósito, no por algoritmo.

🌱 En Vaquera del Espacio creemos que cada persona, cada marca, cada idea, tiene un universo visual único. Aprender a contarlo no es solo diseño: es magia.
Una magia que nace de momentos reales, vividos, sin filtro. 100% experiencia. 0% artificio.

Porque al final del día, lo único que realmente nos diferencia es tener claro quiénes somos, qué ofrecemos y para qué estamos aquí. Y si además lo haces con honestidad, sin disfraces, se duerme muy tranquilo.

Porque brillar no siempre es sinónimo de avanzar. Y crecer, a tu manera, también es un éxito.

Como me dijo alguien en su día: ¿Vives de tu proyecto? ¡Pues ya has ganado!, es el sueño de muchos.

Y con todo lo expuesto, NO digo que no debamos evolucionar constantemente, sino que no tiene sentido medir nuestro proceso con relojes ajenos.

💬 ¿Tú también lo sientes?

Si esta reflexión te tocó, compártela, coméntala o simplemente… siéntela.
Quizás no estamos tan solos como creemos.

Bonus extra

Mi cuento favorito para cultivar la paciencia ….que también requiere el  crecimiento orgánico en redes.

La semilla del bambú Japonés. Paciencia