Aceptar el paso del tiempo no es rendirse; es liberarse. Envejecimiento Natural: Una Etapa para Abrazar y Redefinirnos.

A mis casi 53 años, me encuentro en un punto único de mi vida: soy madre de un adolescente que me reta y me enseña cada día, trabajo en el mundo digital, que nunca deja de reinventarse, y, sobre todo, estoy aprendiendo a aceptar y celebrar mi propio proceso de envejecimiento.

Aceptar el paso del tiempo no es rendirse; es liberarse

Durante años, el envejecimiento ha sido retratado como algo a combatir, como si las arrugas y las canas eran enemigos. Pero, ¿qué pasaría si cambiamos esa narrativa? Si en lugar de luchar contra el tiempo, decidimos abrazarlo. Cada línea en mi rostro cuenta una historia, y cada cana es un reflejo de la sabiduría que he ganado en el camino. No siempre fue fácil llegar a esta aceptación. Vivimos en una sociedad que glorifica la juventud y que, a menudo, hace que las mujeres como yo se sientan invisibles al pasar los 50.

Aprendí que mi valor no está en parecer más joven, sino en ser auténtica y plena.

El poder de un envejecimiento activo

La energía no se pierde, simplemente cambia de forma. Ahora sé que mantenerse activado no significa solo ejercitar el cuerpo, sino también la mente y el corazón. Aquí comparto algunas de las cosas que me han ayudado a abrazar esta etapa con energía y propósito:

  • Cuidar el cuerpo: alimentación, ejercicio, descanso y control del estrés
  • Alimentar la mente: actividades que me apasionen, relaciones que me enriquezcan, buscar nuevos desafíos y aprendizajes.
  • Fortalecer el alma: pasando tiempo significativo con mi hijo, trabajando con constancia mi autoestima y confianza en mí misma.

Cuidar el cuerpo:

  • He aprendido que un paseo al aire libre, una sesión de yoga o incluso bailar en mi sala pueden ser más rejuvenecedores que cualquier crema antiarruga. Estas actividades no solo fortalecen el cuerpo, sino que también llenan mi espíritu de alegría. Obviamente, el arte es mi mejor y mayor terapia, mi blog, mis redes, mi escritura digital que me conecta con el mundo.
  • Cuidar la alimentación también me está resultando clave. Estoy asistiendo tímidamente a talleres de cocina en el Jardín Botánico Universidad de Valencia, un ciclo muy interesante que me reconecta con la cocina y la sabiduría de la nonna (abuela), a través de los alimentos y la alimentación sostenible y saludable. Volver a  esa relación tan equilibrada que teníamos con los productos de estación, caseros, con técnicas tradicionales de cocinado que los hacían más sanos, una cocina respetuosa con los procesos naturales.
  • También llevo tomando Moringa casi un año y me da energía, ha mejorado mi piel, me desinflama, me ayuda a mantener a raya el colesterol. Puedes seguirme en redes @tu.tienda.verde  para más recomendaciones de productos de salud y bienestar natural.

Alimentar la mente:

Hacer pausas conscientes durante el día para aprender algo breve, pero significativo: escuchar un podcast mientras cocino, ver un video educativo o simplemente leer un artículo sobre un tema nuevo. Alimentar la mente no tiene que ser complicado; lo importante es mantener viva la chispa de la curiosidad.

Fortalecer el alma:

Aunque ser madre de un adolescente tiene sus retos (y vaya que los tiene), escuchar sus ideas y compartir nuestras visiones del mundo me ha hecho reflexionar sobre mi propio crecimiento. A veces, simplemente caminar juntos o ver una película se convierte en un recordatorio de lo valioso que es el presente.

También estoy recuperando mi pasión por viajar, «nunca se vuelve de un viaje siendo la misma persona».

El mejor antienvejecimiento: La confianza en una misma

Si algo he aprendido con los años es que ninguna crema, dieta o tratamiento puede hacer por nosotras lo que hace la confianza en una misma. Sentirse seguro de quién eres, de lo que representas y de lo que has logrado es lo que realmente ilumina tu rostro y tu vida. Cuando nos aceptamos tal como somos, con nuestras arrugas, cicatrices, kilos de más o de menos y experiencias, nos volvemos imponentes. Esa energía interna no solo nos hace sentir mejor, sino que también se refleja hacia afuera, más poderosa que cualquier filtro o maquillaje.

La confianza no viene de intentar parecer más jóvenes, sino de valorar lo que somos ahora, en esta etapa. Es mirarte al espejo y decirte: «Eres suficiente». Es atreverte a usar esa prenda que amas sin importar lo que piensen los demás, hablar con firmeza, tomar decisiones valientes y reír con todo el alma. La verdadera belleza y juventud están en la actitud con la que enfrentamos la vida, no en los números que marcan un calendario.

El humor: tu mejor aliado antiedad

Reír no solo te hace sentir bien, ¡también te hace lucir más joven! 🌟

  1. Reduce el estrés 🧘
  2. Fortalece el sistema inmune.
  3. Te llenas de energía⚡:

💡 Ríe más, vive mejor y rejuvenece desde adentro hacia afuera.

¡Reírse de una misma es lo más!, me gusta hacer bromas sobre el cuello de tortuga que se forma con la edad ,  lo pez globo que nos volvemos al entrar en la menopausia 😄

El equilibrio entre lo digital y lo humano

En un mundo hiperconectado, el mayor desafío (y regalo) es desconectar. A veces, mientras reviso mis proyectos o navego por redes sociales, mi hijo me recuerda que la mejor conexión es la que tenemos cara a cara. Su visión del mundo me inspira a encontrar un equilibrio en mi vida digital. También disfruto sola o bien acompañada, de paseos fotográficos por la ciudad para recopilar material para  redes.

Mi mantra: Vivir con intención y autenticidad

No teman el paso del tiempo. Teman al tiempo malgastado intentando complacer a los demás.

💬 ¿Y tú, cómo estás viviendo esta etapa de tu vida?

Bonus extra: Si te gustan las series, te recomiendo Grace and Frankie.

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Envejecer con humor, amistad y propósito

Grace y Frankie , interpretadas por Jane Fonda y Lily Tomlin:

  1. Siempre hay tiempo para reinventarse
  2. La amistad es un tesoro en cualquier etapa
  3. El humor es el mejor aliado.

Grace and Frankie me inspiran a ver mi propia vida con nuevos ojos: aceptar que nunca es tarde para aprender, emprender o incluso enamorarse de nuevo. Las dificultades no desaparecen con los años, pero nuestra experiencia y resiliencia nos dan herramientas para enfrentarlas con más sabiduría.

Envejecer no significa detenerse; significa avanzar con mayor claridad y determinación.

Si algo nos enseñan a estas dos mujeres, es que cada edad trae sus propias oportunidades para crecer, disfrutar y sorprendernos.

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