Nadie muere mientras alguien lo recuerde. Y fue un 13 de diciembre de 2011 cuando te dijimos adiós
Ha pasado una década y no te hemos olvidado un solo día. Una década que te fuiste del plano físico pero no del espiritual.
Una década que dejamos de oír tu voz, tu risa, tus consejos, tus historias que contabas con entusiasmo y junto a tu comida, te convertían en la anfitriona perfecta ….no obstante sigues con nosotros, porque dejaste mucho material humano.
«Cuando mi voz calle con la muerte, mi corazón te seguirá hablando». (Rabindranath Tagore)
Nadie muere mientras alguien lo recuerde
Y así es como tu nieto con 13 años, cuando mete un gol besa al cielo, porque se lo dedica a su abuela. Porque a su abuela se la recuerda. Recuerdos que al principio duelen y te alejas, sin embargo, pasado el tiempo puedes recordar con una sonrisa.
Cuando me canso del mundo y quisiera que la tierra me trague, recuerdo lo mucho que luchaste por vivir un día más junto a nosotros… sin perder un ápice de tu tremenda personalidad dadora de amor, comprensión, generosidad y altruismo. Tú no bajabas los brazos, soñabas y emprendías la vida con más fuerza.
Cuando pienso que la vida es dura para los justos, recuerdo las dificultades que soportaste desde temprana edad y aun así, resististe con ingenuidad, ilusión y alegría. Como siempre me decías: UP!.
Algún día te voy a visibilizar mamá, escribiré tu historia para que dejes de ser la mamá de Vaquera del espacio, para pasar a ser la mamá de quien lea tu biografía. Te fuiste a temprana edad y con tanto talento para dar que es de justicia contar tu vida.
Me quedan unos años de esfuerzo para sacar adelante a nuestro niño mamá, pero te prometo en este décimo aniversario, que tu vida, tu inteligencia, tu fortaleza…. todo lo que has dado y legado, no quedará en el olvido.
Nadie muere mientras alguien lo recuerde y mucha gente te recuerda, porque has sembrado semillas buenas.
Que hayas sido mi madre es un privilegio que me dio la vida.
Vaquera del espacio, sección homenaje a mi madre.
