2019 fin de una década nefasta y tiempos de balance personal.

Han sido dos detonantes que me han hecho hacer balance de mi vida, el primero una película: La Odisea de los giles, que me retrocedió al 2001 cuando abandoné mi zona de confort para venir a España,  y la segunda una pregunta que me hizo una desconocida, una funcionaria del Ayuntamiento mientras hacia un trámite…Me peguntó: ¿fue positivo el cambio a Valencia?.

Introducción

Si partimos  que con solo 26 años ya me había casado, sacado la carrera de profesora, comprado mi primera casa, tenía trabajo fijo de funcionaria en una escuela….Podemos decir que más allá de la política y la sociedad Argentina, ya estaba bien encaminada….No obstante un 24 de diciembre de 2001 abandoné mi zona de confort para venir a España.

Ya en España y al cabo de pocos años,  gozaba de buenos empleos dentro de la formación ostentando buenos cargos. Compramos nuestra segunda casa e iniciamos trámites de adopción en España. Por su parte, mi ex marido llegó a tener negocio de informática propio, incluso entró a trabajar de informático en un colegio de élite, uno de los «mejores» colegios bilingües de la Comunidad Valenciana, donde mi hijo cursó  su educación infantil. Una década plagada de viajes y de una vida bastante acomodada….Diría que esta sociedad me recibió por la puerta grande. Pero al final de la década del 2000, coincidiendo con la crisis económica y con la ansiada,  y muy ansiada llegada de mi hijo, comienza la década más nefasta de mi vida, de la cual aún no he podido levantar cabeza.

2019 fin de una década nefasta

El 2010 lo comienzo con un divorcio contencioso, asumiendo pufos económicos de la sociedad de gananciales. Con crisis en el empleo por la llegada de los recortes en formación. Con un bebé en brazos y una mamá enferma de cáncer que me faltó a los pocos años, para ser más precisa un 13 de diciembre de 2011. Y lo peor para una mujer, la llegada de mis 40 años…..que aunque como mujer es cuanto más plena te encuentras, paradójicamente menos te valora la sociedad,  y más aún divorciada y con cargas familiares. Porque ha sido recién cuando mi hijo cumplió los 9 años que mi ex pidió la custodia compartida, una vez el niño estaba criado.

Volviendo a la pregunta de la funcionaria del Ayuntamiento: ¿Fue positivo el cambio a Valencia?. Mi respuesta ha sido: ni Argentina, ni España son culpables de mis males, tengo que asumir la responsabilidad de haberme casado enamorada, con la persona equivocada. Haber asumido mi parte de la culpa me liberó.

Mucha gente me critica o cuestiona a mis espaldas,  simplemente porque no ha estado en mis zapatos…sufriendo una gran decepción frente a un divorcio sangriento, deshumanizado, humillante  y doloroso. Viendo a tu madre apagarse y posteriormente sufriendo el duelo en silencio  porque tenía un hijo que criar. Con graves problemas económicos y laborales, sumado a un ex que me la ponía difícil, a tal punto que casi pierdo mi casa. Y sí, de un día para el otro pasé de sentirme que viajaba en un carro triunfante, a la mayor perdedora, incluso he sentido vergüenza de mí misma…Mezcla de dolor, impotencia y culpa por no haber dado la talla como madre, por no haberle dado a mi hijo la vida que YO había soñado para él….y me había esforzado para darle.  Ver «Carta a mi hijo«. Esa vida de cuentos de hadas que había vivido toda mi vida como hija única, como princesa de la casa.

Pero terminada la década nefasta, también puedo capitalizar….

  • Sigo de pié, nuca me arrodillé… Saqué adelante a mi hijo, me convertí en emprendedora, me digitalicé, me empoderé como persona. Podríamos decir que en esta década nefasta es cuanto más crecí a nivel personal.
  • En las malas es cuando conoces a las personas de verdad, descubres quienes son leales, genuinas. Quienes están a tu lado por lo que eres, y no por los beneficios que obtienen de una relación.
  • Con las decepciones es cuando rompes los moldes y eliges otra forma de entender el amor y las relaciones.
  • Cuando caminas con los pies descalzos es cuanto más empatizas con las personas, porque viajando por la vida en carros triunfales estás lejos de la realidad.
  • Porque cuando bajas al infierno, al mismísimo averno y le ves la cara al diablo….es cuando valoras la luz y las pequeñas cosas que de verdad importan. Cuando te sientes apaleada, es cuanto más te humanizas.

En conclusión

Mirando para atrás,  me recuerdo deseando morirme para que acabe el dolor. Con rabia por haber sentido arruinada la tan esperada llegada de mi hijo y su infancia….

Y todo mal recuerdo pasó a transformarse en lucha por salir adelante, por conciliar y estar presente en la crianza de mi hijo,  y a la vez que no le faltara nada, empezando por una mamá entera.

Un consejo

Si estás pasando por un doloso proceso de duelo y cambio, siempre visualiza la oruga y la mariposa. Concéntrate en las alas, en los colores….en tus ganas de volar. Si tienes una amiga que está pasando por un momento difícil, no juzgues, empatiza y  tiéndele tus manos, practica la sororidad.

¡Felices fiestas y feliz comienzo de década!.

Vaquera del espacio.