Estamos frente al inicio de una nueva concepción, la transversalidad en los movimientos de protesta. La política ha  alejado al ciudadano de su deber de control de sus administradores,  haciéndolo ignorante frente a la toma de decisiones que marcarán su presente y su futuro. Lo mantuvo entretenido y no informado. Le ofreció adoctrinamiento y no educación para formar ciudadanos con actitud crítica. Lo manipuló hasta hacerse dueño de la «verdad» a través de discursos que la gente repite. Durante mucho tiempo ha dado resultado,  y el ciudadano de a voto ha respondido a la mejor campaña de marketing político, incapaz de entender los resortes y mecanismos democráticos, incapaz de comprender un programa electoral. Lo hizo ajeno a sus propios intereses.  No es raro encontrarte con personas que dicen: «YO SOY APOLÍTICO!, la política no me interesa»…..Casualmente esa gente es la que más necesita de buenas políticas sociales, es la que depende de una nómina, de los hospitales y escuelas públicas, de una subida de pensión o de salario. Lo que no esperaban las élites,  es que su misma medicina podría convertirse en un antídoto.

De activismo político al activismo social

Y nacen los movimientos transversales como el movimiento feminista, es cierto que la izquierda lo apoya y la derecha católica conservadora y la  ultraderecha lo combaten, básicamente  porque estos últimos son los creadores del monstruo del machismo y el patriarcado….Pero no deja de ser un movimiento transversal, que involucra a todas aquellas personas que defienden una sociedad de valor, independientemente del color político.

Y ahí están los chalecos amarillos, otro movimiento transversal que nace en las redes sociales,  y que unos y otros intentan apropiarse para beneficios electoralistas.

Cuando la ciudadanía comprenda que tenemos un enemigo común,  y deje de permitir que lo manipulen, el activismo social se convertirá en una verdadera revolución social,  que cambiará el destino del sistema como lo conocemos hasta ahora.

Tenemos una gran herramienta, las redes e Internet, que con un buen uso….podremos llegar a conquistar  espacios imposibles de llegar de otra manera. Pero necesitamos como agua de mayo,  crear una sociedad de valor digital. Alfabetizar al máximo al usuario sobre la postverdad, crear comunidades entorno al conocimiento y la información contrastada.

“Nuestro enemigo número 1 es la ignorancia. Y creo que es el enemigo número 1 para todos,  es no comprender lo que está sucediendo hoy en el mundo”. Julian Assange

Por todo esto no es casual que la tercer ideología resurja, es la vieja escuela, la fórmula magistral de control de masas. Espero que los lideres políticos comprendan,  que se necesita un cordón sanitario y que es tiempo de menos confrontación y más unidad en pos del pueblo.

Y me despido con un poema que considero oportuno, en especial tras las noticias sobre la purga que está por acontecer en manos de El Gobierno de Bolsonaro
«Primero vinieron …» es un poema escrito por el pastor Luterano alemán Martin Niemöller (1892-1984). Se trata de la cobardía de los intelectuales alemanes tras el ascenso de los nazis al poder y la subsiguiente purga de sus objetivos escogidos, grupo tras grupo. Muchas variaciones y adaptaciones en el espíritu del original se han publicado en el idioma inglés. Se trata de temas de persecución, culpa y responsabilidad.
PRIMERO VINIERON 
«Primero vinieron por los socialistas, y yo no dije nada,
porque yo no era socialista.
Luego vinieron por los sindicalistas, y yo no dije nada,
porque yo no era sindicalista.
Luego vinieron por los judíos, y yo no dije nada,
porque yo no era judío.
Luego vinieron por mi, y no quedó nadie para hablar por mí.»

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