Soy una adicta a las redes sociales y lo reconozco, investigo, analizo y me relaciono con personas en la red.
Mucha gente considera que las redes sociales son un instrumento más para fingir lo que no somos, véase La falsa imagen en las redes sociales, pero desde mi experiencia todo depende de la clase de persona que eres, el tipo de relaciones que forjas y lo que persigues en la vida.
Reconozco que hay mucha gente que utiliza las redes para espiar la vida ajena, como si se tratara de la mirilla de la puerta, siempre existieron personas sin vida propia y la red es solo una prolongación de la sociedad. También hay otros que crean perfiles falsos, de la misma forma que en la vida no virtual sostienen imágenes falsas de si misma y una vida llena de engaños y mentiras. A diferencias de la vida real, en las redes estás a un click de eliminarlos de tu perfil.
Amigos en Facebook
En las redes sociales no solo trabajo, también me relaciono con personas afines, algunas de ellas no conozco en persona pero tampoco lo necesito, porque se han convertido en amigos en Facebook.
Hemos cambiado la comunicación gestual por la comunicación con emoticones, hemos cambiado la forma de relacionarnos, de entender la realidad que nos rodea al globalizar los lazos de amistad, vamos venciendo la manipulación mediática compartiendo información entre personas y también aprendemos en el intercambio, descubrimos maestros, mentores como en mi caso Darío, un amigo de Chile gracias al cual he descubierto a un autor como Robert Kiyosaki. También nos preocupamos por el otro cuando no lo vemos conectado como de costumbre. Hay amigos en Facebook como Soledad, Manolo y Elva que cada mañana se toman la molestia de repartir cariño entre sus amigos y otros amigos en Facebook como Oroginal Pete, que comparten cada uno de mis trabajos para ayudarme a divulgar y cumplir mi sueño: ser una bloguera de referencia.
Hoy quiero hablar de una amiga en particular, María Rosa, ha estado posteando unas fotos que no sabía de que se trataba y le pregunté. Me contestó que esas fotos eran de su hija que es voluntaria de una ONG y viaja a Grecia como interprete de los refugiados para que puedan comunicarse con médicos y enfermeras. Cuando me contestó estaba desayunando con mi hijo y se me escaparon unas lágrimas, él me preguntó porque lloraba y le dije de emoción, al descubrir que hay personas reales y cercanas, que a pesar de las políticas de darle la espalda al sufrimiento y al dolor, a pesar de la existencia de derechos humanos que deberían proteger y leyes escritas sobre refugiados de guerra. Son las personas de a pié las que silenciosamente están dando sus capacidades y su tiempo para ayudar al prójimo. Siempre le recuerdo a mi hijo que su madre estará siempre orgullosa de él, tanto si es barrendero como médico, que la profesión es una manera de ganarse la vida de forma digna, pero ser solidario y un buen hombre vale mucho más que un título, un diploma, una medalla. Solidario y amoroso con sus seres queridos y también con la humanidad. El siempre me dice que quiere ser futbolista para ganar mucho dinero y que no me falte de nada, lo dice de pequeño y yo siempre le agradezco que piense en mí. Pero siempre le recuerdo que no espero de él nada material, sino todo lo contrario, mi mayor orgullo será la calidad de persona que sea de adulto, porque será el triunfo de mi trabajo diario, de los valores que le he inculcado. Hay que dejar hombres y mujeres dignos como legado, es el principio de la construcción de una sociedad más justa. Felicitaciones por ello María Rosa.
Que tengan un hermoso día amigos en Facebook y muchas gracias por seguir, compartir, apreciar e inspirar a esta humilde trabajadora en la red a diario.
La única persona que necesitas en la vida es aquella que te demuestra que te necesita en la suya. Oscar Wilde