Cuando nos dicen las cifras de jóvenes Españoles que se van a vivir al extranjero, nos escandalizamos y es normal que así sea. La fuga de capital humano por falta de oportunidades en España es alarmante. Nos estamos convirtiendo en un País para viejos.
Pero como vengo insistiendo a lo largo de Vaquera del espacio, debemos aprender a capitalizar.
Estudiar trabajar en Australia oportunidad
Me pongo en el lugar de esa madre que se le va un hijo al extranjero por culpa de la crisis, el paro y la falta de oportunidades. Comprendo que difícilmente pueda encontrar la parte positiva al tema, le tocará hacer el duelo y apoyar a su hijo en la toma de decisiones. Es un trago amargo sin lugar a dudas.
Pero si hablamos de la oportunidad que representa para una persona enriquecerse de la experiencia de estudiar trabajar en Australia gracias a la visa de estudiantes. Podemos cambiar la óptica.
La posibilidad que se le abre a los jóvenes no solo de aprender un idioma, sino a lo largo de los cursos VET (cursos vocacionales) en diferentes áreas, que combinan el aprendizaje con la experiencia laboral. VET (Vocational Education Training) son unos cursos técnicos, una especie de FP español, que se realizan específicamente en Australia, pero que cuentan con un reconocimiento a nivel mundial.
Sin lugar a dudas estaremos aportando nuevas habilidades a nuestro País. Corremos el riesgo de que muchos jóvenes se queden a vivir en Australia por la calidad vida, pero muchos otros volverán con una mochila repleta de valores añadidos a nuestra sociedad y mercado laboral.
Sinceramente, si tuviera 20 años no dudaría un instante en irme a Australia, he vivido allí de pequeña y me une la pasión por una tierra de ensueño.
Además, soy inmigrante y considero que la experiencia de la inmigración te hace una persona fuerte e independiente. Abierta a la multiculturalidad, con mayor capacidad a la hora de resolver problemas. Aprendes a valorar las pequeñas cosas de la vida, porque sabes a ciencia cierta lo que es desarmarte como persona y volver a armarte en otro sitio, construyendo nuevos lazos y sin perder tus raíces.
Respecto a mi hijo, no dudaría en aconsejarle abordar la experiencia si lo viera vegetando como tantos jóvenes hoy en día, con un futuro negro. Aunque su ausencia me dejaría vacía, me llenaría al verlo desplegar sus alas.
Así como las crisis nos hace más creativos, emprendedores. También nos libera de ataduras para movernos de lugar, cuando lo creemos necesario. Buscar nuevos horizontes, vaciar el equipaje para dejar lugar a nuevas experiencias que nos enriquecen como personas.
Estudiar trabajar en Australia, en el extranjero nos llena de capital, nos suma, si logramos que nuestros jóvenes vuelvan a casa con su rico bagaje.
Capitalicemos la crisis con nuevas oportunidades. Los cambios son inevitables, adaptarnos a ellos es fundamental.