Rosarioteatro
De los contenidos de este blog, uno de mis preferidos es «Amigos en escena«.
Me llena de orgullo,   ver el resultado de la tenacidad, del trabajo bien hecho, del esfuerzo por mantener una vocación e ideal……
Hoy voy a postear sobre una compañera de la secundaria: Mariela Feugeas.
Un fuerte abrazo, éxitos y  vayan a verla al teatro por mí…..También pueden consultar cursos y talleres.
Desde Valencia, con cariño
Flor
Comentario prensa Página/12
VERONA
Tres hijas y el destino de mamá
Tres hijas mujeres encerradas en una baño puestas a resolver quién se queda con la anciana madre.
De ahí en más, todo lo que esa situación puede disparar es aprovechado en esta adaptación del
original escrito por Claudia Piñeiro.Por Julio CejasTres mujeres encerradas en un baño es toda una conspiración, si a esto le agregamos que las tres son hermanas, la conspiración pareciera teñirse con cierto aire chejoviano, pero si de esa reunión depende
el futuro de una madre anciana entonces la cosa se complica y vamos del enredo al grotesco. Algo de esto descubrió el grupo Rosarioteatro al releer «Verona», texto de Claudia Piñeiro que se potencia en la puesta dirigida por Mónica Toquero, recientemente estrenada en la Sala Amigos del Arte (3 de Febrero 755).
La obra que continua en cartel todos los viernes a las 21.30, es quizás una de las más logradas en la trayectoria de este grupo que viene explorando el universo femenino hace ya más de nueve años.
Y el acierto proviene de sobrevolar enriquecedoramente, el texto de la renombrada escritora, dramaturga y especialista porteña en guiones para TV, que alcanzó notoriedad al obtener en el 2005 el Premio Clarín-Alfaguara por su novela «Las viudas de los jueves».
La historia que cuenta «Verona», bien podría ser la base para un guión televisivo o sustentar el argumento de una entretenida comedia con ciertos quiebres para reflexionar acerca del tema siempre vigente del destino de nuestros viejos que al decir de Serrat «se los aparta después de habernos servido bien…»
Pero las integrantes de «Rosarioteatro» sin dejar de lado ninguno de estos aspectos van más allá y potencian los aspectos dramáticos del texto a partir de un equilibrado diseño de los personajes.
En este sentido el resultado final del trabajo y la empatía que se logra con el espectador parte de las minuciosas interpretaciones que hacen de estas tres hermanas, las actrices Mariela Feugeas, Virginia Alvarez y Mónica Toquero.
En el caso de Toquero , responsable de la dirección, doble mérito por no descuidar ninguna de estas dos tareas que no siempre deparan buenos resultados y que le permite componer una Adriana que carga con un protagonismo por momentos excluyente.
Feugeas vuelve a demostrar que es una actriz que se apoya en su presencia escénica y en los matices que la distinguen como una comediante de sobradas condiciones.
Virginia Alvarez es otro de los hallazgos del grupo , componiendo a Cruz, la única soltera del grupo, un personaje que pareciera administrar desde su neutralidad la desbordada energía de los otros.
A pesar de su participación de puertas afuera, Adrián la Scala , completa el equipo actoral ,recreando a Goyo, el hermano que llega desde Italia para el cumpleaños de la madre en cuestión.
A pesar de ser uno de los pocos grupos teatrales de la ciudad que producen sus trabajos sin ningún tipo de auspicio oficial, Rosarioteatro diseñó para esta obra una cuidada escenografía y un apropiado dispositivo lumínico, aspectos que no abundan en los escenarios locales.
Pero el auténtico protagonista de «Verona», el disparador de las miserias humanas de estas hermanas,
es esa madre enferma de Parkinson que, fuera de escena, intenta apagar las velitas de su cumpleaños,
sin la presencia de sus hijas.Y no es casual que sea el baño el lugar elegido para discutir quién se hará cargo de una madre enferma, como tampoco es casual la discusión de la familia, en ausencia de Mamá Cora; en la ya emblemática «Esperando la carroza» de Lagsner; donde también irritaba el hacerse cargo de una anciana.
Una propuesta que admite la reflexión sin dejar de lado el divertimento, un tema que se vuelve sobre el espectador para espejarlo más allá de las caricaturas que de estos personajes se hacen en una televisión cada vez más patética. Al final, siempre el teatro como refugio de una sociedad que necesita mirarse
para adentro por los acotados orificios de las imposturas familiares.