Si decides aislarte no temas a la rareza. Hoy hablamos de sociedad y relaciones interpersonales, de aislamiento social selectivo y voluntario. De tomar distancia para reescribirte como parte de tu proceso de crecimiento personal.
Si lees sobre aislamiento social en psicología,  de inmediato te diagnostican de depresión y problemas relacionados con conflictos sin resolver de la infancia. Es común tachar de ermitaño, antisocial o diversas etiquetas o patologías,  a aquellas personas que se salen de los cánones sociales de «normalidad». Al fin y al cabo el ser social es un ser normalizado.
Introducción
Desde muy pequeña, probablemente por una educación libre de dogmas de todo tipo, de estereotipos, incluso de género….he sido diferente al resto…..pero llega una edad (la adolescencia), en la que buscas pertenencia, agradar y para alcanzarla intentas ser parte de la manada, adaptarte, encajar y renunciar en parte a quien eres. 
Siempre he sido libre pensadora, inquieta por aprender, investigar, por poner a juicio todo nuevo conocimiento, por confrontarlo  para buscar más a fondo de lo evidente. Debido a ello soporté todo tipo  de pesadas  etiquetas:   rebelde, rara, incluso problemática o fanática….cuando no hay menos fanatismo que aquel que está en  permanente búsqueda del conocimiento y de poner en confrontación sus propias ideas.
Pero llega el día en el que te miras al espejo y te dices a ti mismo: ¿PERTENECER?. ¿A esta sociedad enferma, carente de valores, egoísta, avariciosa,  hipócrita y miserable?. 

Si decides aislarte no temas a la rareza

Para los que embarcamos el camino de la deconstrucción personal  es un alivio aislarse, dejar de asistir a reuniones frívolas donde te agreden sin venir a cuento… Dejar de relacionarte con amistades que no te aportan nada, que te faltan el respeto por ignorancia y emponzoñamiento innecesario,  probablemente porque no  entienden o les molesta tu libertad. Porque quienes no quieren avanzar, quienes no quieren ser libres….ven en el diferente un enemigo que los hace enfrentarse a su propia disonancia cognitiva. Prefieren conformarse con discursos de copia y pega, con dogmas marcados a fuego,  por miedo a evolucionar….Defienden con uñas y garras aquello que les da seguridad por temor a lo desconocido,  y se sienten con el derecho de agredir a aquellas personas con necesidad de avanzar y cultivarse en los cambios que la sociedad actual demanda.
 
Siempre he sido líder nata, nunca he sido seguidora. Siempre he sido  popular y sociable, probablemente por miedo a la soledad, y hoy decido aislarme porque he perdido el miedo. Deseo una madurez y vejez en una casa sin vecinos, con mi ordenador para escribir a quienes me quieran leer. Porque  ya ni siquiera me importa el debate o la controversia, simplemente  porque es perder el tiempo con necios,  y el tiempo es vida. Solo quiero experiencias y gente que me aporten y enriquezcan en lo personal…..todo lo demás me sobra!. 
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