Pedro Sánchez dimite tras perder la votación a la que había condicionado su continuidad al frente del PSOE. Prensa el Mundo

Pedro Sánchez no es un político de mi simpatía, pero su dimisión refleja coherencia entre su discurso y sus actos. «Somos prisioneros de nuestras palabras».

Si Sánchez ha pedido a sus electores los votos garantizando mantener  el «No es No», no podía defraudar al electorado. Valoro mucho esa virtud, acostumbrados a políticos que mienten y traicionan, o directamente son bisagras como Albert Rivera. Me parece una actitud digna dimitir ante las presiones de Barones y Baronesas, por cierto con esos títulos nobiliarios  me suenan poco a izquierdas.

Una pena que el socialismo se encuentre tan dividido, fraccionado y alejado de los nuevos compromisos sociales que se necesitan asumir,  para poder ser coherentes con las siglas  ideológicas que representan.

Personalmente,  y lo vengo diciendo alto y claro, prefería unas terceras elecciones. Apelar nuevamente a un acto democrático,  sea cual sea su resultado,  incluido el fortalecimiento del PP. Me resulta mucho más vergonzoso perder un año y tanto dinero en dos elecciones para ceder el gobierno al PP. Y todo por no tener cojones de hacer un gobierno de izquierdas sumando voluntades,  o  por lo menos intentarlo. Con el PP la única garantía es seguir agonizando como País, ahorcando a sus ciudadanos, a las familias.

No soy de izquierdas, menos de derechas, solo voy en contra de  estás políticas de autericidio y trabajo precario,  que se cargaron el estado de bienestar , poniendo en peligro el enquistamiento de la corrupción y el acostumbramiento a los recortes en derechos sociales.

Somos muchos ciudadanos que decimos No a Rajoy!. Por favor, intenten empatizar con los ciudadanos. Estamos cansados de pedalear y necesitamos ver luz al final del túnel. Hagan patria de una vez y trabajen por nosotros y nos por siglas, colores y banderas.

Imagen de portada: RTVE