El cambio. Sabiduría Sufí

El cambio es quizás un proceso difícil de atravesar
Lo que antes era, ya no es, dejo de ser y lo nuevo lo desconozco.
Es un cambio que va de la seguridad de lo conocido a la incertidumbre de lo nuevo.
Todo cambia y está cambiando en este segundo, hasta nosotros mismos.
Cambiamos de pareja, de profesión, de vida, de casa, y creemos que solo por eso se produce un cambio real en nosotros.
Pero no es cierto. El único cambio real es el de las dimensiones del «yo», no el de sus contenidos.
Lo que cambia es ese YO frente a «eso nuevo»

Y de eso es de lo que dan cuenta los sufíes: de que el «yo» puede cambiar.
El sufí tiene una experiencia de realidad, y toda experiencia de realidad es transformación.
Lo que revelan los sufíes es que estamos inmersos en un proceso.
No descubre lo que ignoraba tras su experiencia, sino que experimenta el cambio en él mismo.
No es una experiencia de conocimiento sino de realidad.
Y uno se pregunta: «que me pasa»
La respuesta es simple, «estoy cambiando» y mis reglas anteriores ya no sirven, mis respuestas automáticas ya son absurdas y poco operativas.
Poco a poco uno se libera de ambiciones, codicias, jactancias intelectuales, ciegas obediencias a usos y costumbres o temor».

Es el abandono de lo superfluo y nada lo es más, que tu Yo, pues al centrarte en ti te alejas de Dios.
Tu, Yo, no es más que una ilusión de ti mismo, un velo que oculta la verdad de Dios.
En el sufismo no hace falta renunciar al mundo para alcanzar la espiritualidad. De hecho, cuando se alcanza mayor comprensión, esta solo adquiere valor si esa persona vive en la cotidianeidad de acuerdo a esa nueva realidad.

Sabiduria sufí