Consume hasta morir

Antes de la crisis del 2008, el consumo era el placebo para demostrarnos cuan felices éramos, cuan modernos y tecnológicos, y en especial cuanto queríamos a las personas, expresadas en regalos.

Las cosas han cambiado y duelen los daños colaterales que dejan las crisis. Pero este video a lo mejor te motiva a encontrarle la parte positiva. Tal vez cambiando nuestros hábitos a la fuerza, no volvamos a caer en la trampa de la rueda del consumo, que desciende considerablemente nuestra felicidad tarde o temprano.

Empecemos por concientizarnos como consumidores. Por comprar en comercios locales, por hacer valer nuestro mayor derecho como consumidores, el de decidir a quien le doy mi dinero. Si todo se trata de dinero, juguemos con las mismas cartas.

Tómate tu tiempo, míralo con tranquilidad una y otra vez. Reedúcate!.