La pedagogía de las anti-madres vs.  la súper madre

Hoy, día  de la madre, lanzo un pensamiento sobre una temática actual. Definiendo nuevos roles que elimina el rol de la «madre convencional» la súper madre, que abandona su vida abocada a la maternidad. Que  educa niños maleducados, caprichosos, histéricos, hipocondríacos… que derivan en personas débiles, egoístas e infelices…En adultos rotos… que tanto daño causan a la sociedad.
Es hora de cambiar y para ello debemos valorar la laborar de la educación, asumiendo los errores heredados de generación en generación. Aceptando que el rol de la mujer ha cambiado.

Debemos acabar con el machismo, con los estereotipos  de género. Debemos educar en la diversidad, en libertad, en la co-responsabilidad y la cooperación…formando personas auto suficientes e independientes, pero también solidarias y empáticas. Pero para ello debemos dejar de lado el conformismo, debemos arriesgarnos a equivocarnos,  asumiendo los nuevos desafíos sociales.

Ser una anti-madre no es un camino fácil, ya que al carecer de modelos,  no sabemos a ciencia cierta cuales serán las consecuencias o resultados de nuestra actuación, pero somos muchas madres y educadoras las que necesitamos arriesgar para no caer en la miseria de la maternidad frustrada o hij@s como trofeo.

Hoy me siento fuerte para escribir este pensamiento, no porque piense que la pedagogía de la anti-madre sea algo nuevo para mí, mi madre me ha enseñado a serlo. Sino porque me ha tocado comer mierda al emitir una opinión o consejo como mujer sin hijos, escuchando mensajes como: ¡Cuando tengas un hijo ya me dirás!…..Pedorradas como esas y muchas más, que me sirven de inspiración y sustento para la expresión. Madres que creen que el resto de las mujeres no son mujeres, si no cumplen su misión de hacer realidad sus instintos biológicos más primarios. Madres que se escudan en sus hijos para evadirse del compromiso con los demás. Madres que utilizan a sus hijos para justificar decisiones egoístas. Madres desquiciadas. Madres  improvisadas.

La maternidad es una de las experiencias más maravillosas que he tenido, pero no es la única,  y espero seguir impregnándome de más experiencias igual de enriquecedoras, para poder convertirme en un ejemplo de persona para mi hijo,  y de esa manera poder educarlo para que sea un hombre de ley, un individuo y un ser social responsable. Libre de culpas, libre, libre, hijo de la humanidad. Una madre que enseñe a volar, aceptando su felicidad, sea cual sea sus elecciones en la vida. No quiero un niño 10, trofeos o medallas, quiero un hombre digno.

Mi mensaje: Las mamás debemos educar las emociones, empezando por las nuestras.

Para todo nos formamos y en muchos ámbitos hasta debemos tener certificaciones y titulaciones para circular por la vida. Madre y padre es cualquiera, como si no fuera una enorme responsabilidad  tener hijos, como si no fuese fundamental la preparación, planificación  al asumir semejante reto…  que cambia por completo tu vida. 

Feliz día de la madre a todas las mujeres, madres de la humanidad a través del ejemplo
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