Me gusta trabajar sobre los estereotipos sociales,  la gordura o delgadez, es un tema que personalmente me apasiona.

  • Podemos hablar de la obesidad y la preocupación por la salud pública.
  • De la alimentación y el sedentarismo en sociedades industrializadas. De las enfermedades y trastornos derivados por los malos hábitos alimentarios
  • Del enfoque biosocial aplicado a la investigación espidemiológica sobre obesidad, que hace tiempo la considera  pandemia.
  • Podemos citar proyectos como el Naos, que pretende crear hábitos saludables en los más pequeños, bajo el lema «come sano y muévete».
  • También les puedo citar una película, gordos. Donde el enfoque es emocional, «que callamos cuando comemos». Gordos es una comedia dramática Española dirigida por Daniel Sánchez Arévalo.
  • Sin olvidarnos del legado que nos ha dejado  la historia del arte, donde la obesidad era símbolo de riqueza.

El peso de la sociedad

A lo largo de la historia del arte podemos apreciar delgaduchos enfermos y gorditas sanas y bellas. Hasta que la obesidad comenzó a tenerse en cuenta como causante de enfermedades cardiovasculares, etc.  Hablamos aproximadamente de la edad media, donde  la religión también tomó postura, recordando el pecado de la gula, para fomentar el control de peso en una sociedad, que veía a la gordura como símbolo de abundancia.

 En el siglo XX tenemos claros ejemplos de redondez en la figura,  Marilyn Monroe era una de ellas.

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Hasta la llegada de los 80,  en donde los cánones de belleza cambiaron y se optó por la delgadez, hasta la delgadez extrema. En los años 90 se comienza a hablar de bulimia y anorexia, trastornos alimenticios fruto, en cierto modo, del canon de belleza casi imposible y reinante y que muchas mujeres pretendían alcanzar. La delgadez extrema llegó de la Mano de Kate Moss. La delgadez pasó a ser símbolo de estatus social.

Podemos culpar a la industria de la moda, a la imagen distorsionada que los medios imponen a la sociedad, de la millonaria industria del control de peso, de la cirugía estética. Somos la generación de mujeres que jugamos con barbies y que hemos sido ametralladas con cuerpos irreales, difíciles de alcanzar sin sacrificio o cirugías estéticas.

Pero las mujeres del siglo XXI,  estamos despertando,  cansadas de ser objetos,  apostamos por la naturalidad.

Así comenzaron fotógrafos a apostar por mostrar cuerpos reales como el caso de «The exposé project»

Las mujeres actuales, luchamos contra  los cánones de belleza impuestos por la sociedad, buscamos el equilibrio de la mano de la alimentación y el ejercicio moderado. No somos exceso y tampoco nos reprimimos,  para alcanzar lo inalcanzable.

Las mujeres hemos despertado a la supercordura. 

supercordura

Nos hemos quitado de encima el peso de la sociedad. Hemos decidido disfrutar de los placeres de la vida y engordar el intelecto.